En el aparato digestivo engloba órganos como el estómago, esófago, hígado, intestino grueso y delgado, páncreas, vesícula, colon…. Estos tienen que colaborar y funcionar adecuadamente para llevar a cabo un buen proceso de digestión, aprovechando así todos los nutrientes que el niño ingiere. En el recién nacido, la inmadurez del sistema digestivo, la acumulación de gases, problemas en la digestión y absorción… nos van a reflejar diversos síntomas que provocan molestias y dolor en nuestro bebé: estreñimiento, gases, cólicos del lactante y el reflujo gastroesofágico son algunas de ellas.
La fisioterapia del aparato digestivo es una de las especialidades de la fisioterapia menos conocidas y, sin embargo, nos ayuda bastante a sobrellevar estas y otras alteraciones de nuestro aparato digestivo. Uno de los más comunes es el cólico del lactante, manifestado mediante un cuadro de llantos prolongados, a veces inconsolables, que se inician alrededor de la segunda semana de vida, repitiéndose casi a diario, y que puede persistir hasta el tercer o cuarto mes. Suele sufrirlo tres de cada diez bebes, en los cuales, el llanto que presentan suele producirse desde el atardecer hasta entrada la madrugada, y debe tener una duración de al menos tres horas a lo largo del día. Existen varias causas, pudiendo ser un problema de inmadurez digestiva, alergias e intolerancias y/o por causas psicológicas.
Es importante valorar adecuadamente la situación de cada paciente, estableciendo el tratamiento adecuado. Llevamos a cabo un tratamiento basado en técnicas osteopáticas y de terapia manual, mediante maniobras muy suaves, liberando tensiones y tratando las disfunciones que encontremos en las distintas estructuras. No es doloroso y suele dar unos resultados muy positivos. Junto con el tratamiento y las pautas domiciliarias, podremos acompañar a nuestro bebé en este proceso de maduración.