Cualquiera de nosotros/as ha experimentado alguna vez la sensación de piernas hinchadas o piernas cansadas, cansancio general, pesadez, dolor en articulaciones, dolor de cabeza, malas digestiones, lentitud y malestar general.
La clave: el sistema linfático
La linfa es un líquido incoloro compuesto de glóbulos blancos, proteínas, grasas y sales que se encarga de llevar las sustancias de desecho y demás moléculas hasta la sangre, para que nuestro cuerpo pueda liberarse de ellas. Fluye paralelamente al sistema circulatorio por los vasos linfáticos y es filtrada por los ganglios linfáticos, encargados de eliminar las sustancias extrañas y de generar los glóbulos blancos para hacer frente a las posibles alteraciones de nuestro sistema inmune. La linfa trabaja sin parar en nuestro cuerpo para protegernos de enfermedades, eliminar el exceso de líquido y ayudarnos a mantener una calidad de vida óptima.
Debido a nuestro tipo de vida, alimentación, sedentarismo y contaminación, nuestro sistema linfático se ve afectado. Problemas viscerales o traumatismos pueden generar la aparición de edemas. El drenaje linfático, un buen equilibrio nutricional y una vida activa hacen que nuestro sistema linfático funcione mejor.
El drenaje linfático es una técnica dentro de la fisioterapia que se lleva a cabo con movimiento de presiones suaves, lentos y repetitivos de las manos del fisioterapeuta, favoreciendo así la circulación de la linfa, mejorando cuadros edematosos y retenciones de líquidos orgánicos. Debido a la relación con el sistema inmunitario, nos ayudará a mejorar de manera general el estado de salud y ejerce un papel muy beneficioso en el sistema nervioso.