Es una técnica manual que se realiza de forma suave y sutil en el cráneo del paciente, liberando las tensiones, bloqueos y favoreciendo su bienestar. A través de nuestras manos podemos sentir el impulso craneal o movimiento respiratorio primario, generado por la circulación del líquido cefaloraquideo, por el movimiento de las membranas, huesos del cráneo y otras estructuras del organismo. Los impulsos que se originan en las estructuras internas viajan hasta la médula espinal y cabeza, transmitiéndonos la información que necesitamos para conocer el estado de un cuerpo. La terapia craneosacral en niños está indicada en:
- Alteraciones de la bóveda craneal (plagiocefalias, braquicefalias, escafocefalias)
- Disfunciones músculo-esqueléticas (escoliosis, la tortícolis congénita, luxación de cadera)
- Alteraciones de la función gastrointestinal (reflujo, cólicos del lactante, estreñimiento, gases)
- Patologías viscerales como problemas respiratorios, otitis, entre otros.
- Alteraciones del Sistema Nervioso Periférico