Actualmente, nos es más común encontrar a personas que conocen lo que es el suelo pélvico. A otras, les suena, pero no están seguras. Pero para una inmensa mayoría, el suelo pélvico es un gran desconocido. Tanto para la mujer como para el hombre, el suelo pélvico es una parte de nuestro cuerpo que tenemos que cuidar y educar para no sufrir patologías. Solemos dar mayor importancia al suelo pélvico en caso del embarazo y postparto, pero también puede tener otras repercusiones, como en el ámbito sexual a la hora mantener relaciones. Puede verse afectado por enfermedades como la endometriosis, el síndrome de la vejiga dolorosa, la vejiga hiperactiva, los ovarios poliquísticos… También es responsable de diferentes patologías como incontinencias urinarias, incontinencias fecales, dolor generalizado de la zona, prolapsos, vaginismo, vulvodinia… entre otras.
Un tratamiento personalizado y respetuoso
En Munay evaluamos y tratamos las disfunciones de la musculatura, dando soluciones a muchos de los problemas que, hoy por hoy tenemos, pero, que nos callamos y aceptamos, por prejuicios o tabúes inculcados. En el tratamiento del suelo pélvico se encuentran muchos beneficios, disminuimos la sintomatología de las patologías, normalizamos el estado de los tejidos reeducando la activación de la musculatura y damos una mayor calidad en la funcionalidad.
· Previo al embarazo: es recomendable realizar una valoración del suelo pélvico y preparar al tejido para todos los cambios que están por llegar; fortaleciendo, dando elasticidad y adquiriendo un buen control motor no solo en el suelo pélvico sino a nivel general del cuerpo, previniendo también lesiones y compensaciones secundarias al embarazo como posibles lumbalgias, pinzamientos del ciático…. De esta manera beneficiamos a la mamá y obtenemos grandes beneficios para el bebé. Un buen parto, con menos probabilidad de ser instrumental y evitando posibles complicaciones.
· En el postparto: trabajaremos mucho para devolver la calidad y funcionalidad y evitar posibles patologías secundarias. Trataremos la musculatura abdominal para corregir las posibles diástasis, que valoraremos mediante ecografía, y el suelo pélvico utilizando las técnicas y ejercicios que más se adecúen a las necesidades de la paciente.