22 Jun ¿Y qué como durante el embarazo?
Alimentación durante el embarazo
Los seres humanos somos animales… no, no solo tú, también yo, el vecino de en frente, el señor del autobús. Nuestra principal diferencia con el resto de animales ha sido la evolución, sin embargo seguimos manteniendo instintos básicos que rigen el devenir de nuestra vida:
1. Sobrevivir
2. Reproducirse
Esto implica que si tu cuerpo considera que tu supervivencia peligra no va a dejar que te reproduzcas. Dietas hipocalóricas, actividad física en exceso, estrés generalizado, poco descanso, dan señales amenazantes a tu cuerpo, que las interpreta como una señal de que el entorno no es apto para procrear.
Si tu cuerpo se siente tranquilo tendrás más posibilidades de quedarte embarazada. Añade a esto una dieta equilibrada, con un aporte adecuado de verdura, proteína y grasa saludable y con alta densidad nutricional. Es momento de pensar en nutrición y no en alimentación, y de preparar al cuerpo para la concepción.

Algo que vamos a repetir en todas las recomendaciones nutricionales vinculadas a la alimentación en el embarazo es que no hay que comer por dos. Estamos gestando una vida, no creando un nuevo yo y para ello nuestro peso no debería aumentar en una gran proporción. En términos generales (existen problemáticas vinculadas al embarazo que pueden modificar estos números) entre 10 y 15 kilos podría ser un número óptimo.
Muchas mujeres desarrollan una cierta aversión a determinadas proteínas durante el embarazo. Algunas no pueden ver los huevos, o la carne roja o aborrecen el pescado, no pasa nada, normalmente este rechazo proviene de una protección del cuerpo ante el temor a comer determinados alimentos. Sin embargo la proteína es necesaria durante la gestación ya que va a ayudar al óptimo desarrollo del feto y son fundamentales para el desarrollo de determinadas estructuras maternas, por lo que debemos elegir aquellas que menos rechazo nos provoquen. Por otro lado, desarrollar un nuevo cuerpo requiere proteína, y la necesidad aumenta según progresa el embarazo. Se estima por ejemplo 1.2 g/Kg durante el primer trimestre y 1.5 g/Kg hacia el final.
Durante el embarazo no es un buen momento para realizar dietas bajas en carbohidratos ya que es importante mantener nuestro nivel energético en niveles óptimos. Alimentos como las patatas, el arroz, yuca… altas en almidones suelen sentar bien al cuerpo de las embarazadas y ayudarles a estabilizar el sistema digestivo en esos momentos de náuseas y descontrol que se producen sobretodo en el primer trimestre. Intenta siempre recurrir a carbohidratos complejos, alejándote de azúcares simples.
Como recomendación general intenta que mínimo un 30% de tus calorías procedan de los carbohidratos
Volvemos a recordar que el embarazo no es un momento de comer por dos, sin embargo eso no implica que le tengamos miedo a las grasas por la falsa creencia de que nos hacen engordar. Las grasas saludables son muy importantes en la salud general y en la salud de la madre gestante y el feto en particular. La leche materna es alta en grasa saturada y colesterol, señal clara de que el bebé los necesita.
Aceite de oliva, aguacate, lácteos fermentados y pasteurizados, frutos secos y semillas son una fuente saludable de grasas que deben aportar mínimo un 30% de las calorías de nuestra dieta.
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