06 Oct El primer masaje de tu bebé
El primer masaje de tu bebé
EL BEBÉ RECIEN NACIDO, CÓMO CONOCERLE MEJOR
A todas esas familias que acabáis de tener un bebé. Son muchas las ocasiones en la que mamás y papás nos preguntan acerca de juguetes, carritos, mecedoras o cualquier dispositivo que sirva para estimular a su bebé recién nacido.
¿Sabéis cuál es la respuesta? “TU ERES LA MEJOR ESTIMULACIÓN QUE TU BEBÉ PUEDE TENER”.

Si, y está al alcance de tu mano, sin necesidad de recurrir a nadie, ni gastar dinero, ni hacerte cursos, ni leerte mil libros con distintas filosofías… ¿Suena bien verdad?
Vamos a hablar de una herramienta muy poderosa en estos primeros meses de tu bebé. La estimulación táctil o, de forma más simple, el masaje infantil. ¿Te esperabas algo más complejo? ¿Más elaborado?
No hay nada más sencillo, más beneficioso, natural e intuitivo que la estimulación de tu bebé mediante el tacto. A través de la piel, el bebé recibe sus primeras experiencias sensoriales, de comunicación, de seguridad, de afecto.
El contacto, las caricias, movilizaciones y ligeras presiones aportarán al bebé una gran información de cómo es su cuerpo y cómo puede moverse. Vuestros ojos, los movimientos que hacéis con la boca, vuestro olor, el balanceo que experimenta el bebé cuando lo acunáis, el sonido de vuestra voz y respiración, el latir del corazón… es la mejor estimulación que puede tener un bebé. El recién nacido no necesita juguetes, necesita contacto y amor.
La estimulación a nivel táctil es esencial para un correcto desarrollo orgánico y psicológico. Cuando el bebé recibe toda esta información aumenta la protección de su sistema nervioso y acelera la transmisión de los impulsos cerebrales al resto del cuerpo. Además, mejorará el funcionamiento del sistema respiratorio, circulatorio, digestivo, excretor, nervioso y endocrino.
Pero eso no es lo único, si no que reducirá los niveles de miedo y excitación de tu bebé. La sociedad vertiginosa en la que vivimos sobrecarga al bebé de mucha información y estrés. No podemos eliminar ese estrés y, en dosis adecuadas, es necesario para el desarrollo del cerebro infantil y crecimiento de su inteligencia. ¿Qué pasa si este estrés aumenta y no lo manejamos para regularlo? Bloquea nuestras entradas sensoriales y nuestro proceso de aprendizaje se ve afectado. Y pensarás, ¿Qué tiene esto que ver con el masaje infantil? Tienes en tus manos una herramienta muy poderosa para contrarrestar los efectos que el estrés puede generar en tu bebé fomentando la calma, relajación, conexión y vínculo, entre otros muchos beneficios.
Dar un masaje a tu bebé liberará tensiones, te permite conectar con él y ayuda a entender su lenguaje no verbal para responder ante sus necesidades con amor, apertura y respeto. Durante el masaje se genera una escucha mutua que fomenta la seguridad en esa relación mamá/papá-bebé y ésta se verá reflejada en el desarrollo cognitivo y motor de tu bebé.

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